En el libro puedes leer sobre los puntos para coser las cuentas (resulta que sólo existen 4) y otra información relacionada, así como ver los ejemplos inspiradores. Ya hace mucho que quiero hacerme algun broche de cuentas o otra cosa igual de bonita.
En verdad, este cuento es sobre mi bisabuela Minna Krauklis (Minna Cuervo). Yo la conocí ya anciana. Ella cocía los gorros y abrigos para mis muñecas y las raras veces que nos veímos me distraía enseñando enhebrar cuentas. Es raro, pero hasta ahora estos pequeños y redondos trocits de vidrio se me asocian con ella. Y me gustan mucho, muchísimo.
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