martes, 25 de mayo de 2010

El cartero llama dos veces. Revistas

Dado mi interés por calado, esta revista la compré con mucha ilusión. A lo mejor esperaba demasiado de ella y, como pasa en estos casos, me decepcionó.

La encargé principalmente por la bolsita de la cubierta y el artículo sobre el diseñador de calados alemán Herbert Niebeling, pensando que a lo mejor encontraré algún patrón suyo en la revista. Pero ¡qué va! La bolsita inspirada en los manteles del germano era lo único verdaderamente entretenido (para mí) de toda la revista que por lo menos podría ser un poquito más gordita. Todo lo demás habían dedicado a bolillos y otras técnicas que no practico.

lunes, 24 de mayo de 2010

Una cosa muy delicada

En Semana Santa en mi tierra compré esta seda italiana e incluso empecé otro proyecto, pero no me iba y no me iba así que hice lo que siempre me va - un chal calado. 


El patrón es una compilación de un diseño que hacía una amiga mía y que me gustó y un borde victoriano muy popular. Lo único que tenía que hacer, es calcular un poco para que el borde quede bien y no sobre o no falte en ningún sitio. Es todo. 

Y las bolitas de vidrio, aunque en esta foto hecha con teléfono no se ven muy bien, forman una fila a lo largo del borde.



Como la seda es muy escuridiza y los hilos se enganchan con mucha facilidad, la he torcido con otro hilito de lino. Lo he hecho con huso y tengo que reconocer que es bastante aburrido y no avanza nada rápido. Así que sigo soñando con una rueca en condiciones y mientras tanto tejo el Trachtentuch B para mi taller de punto. Ya os lo mostraré.

miércoles, 19 de mayo de 2010

El cartero llama dos veces. Revistas

Como ya decía en la entrada anterior, al acabar el pañuelo Las fresas en nieve me entró un bajón tejeril. Además de inesperado también bastante fuerte.

Pero la buena noticia es que ya lo he superado, y en gran medida eso pasó gracias a la revista Knitting Traditions que me llego desde EE.UU. hace un par de días. Esta revista es preciosa, y lo digo yo que habitualmente soy bastante tacaña con este típo de elogios.


Como ya dice su título (Tradiciones Tejeriles) habla de punto tradicional de distintos países. Lo que a mí más me gustaron eran los tradicionales calcetines turcos (los empiezan hacer por el tacón) y los bordes calados victorianos. Sin duda ninguna, esta es una de mis adqisiciones favoritas.

lunes, 10 de mayo de 2010

Las fresas en nieve


Haciendo este pañuelo me acordé del cento de adas letón que se llama "Las fresas en nieve". Claro, por los colores. 

Está hecho de lino puro con las cuentas de vidrio. Es mi primer patrón. Vale, no es nada complicado, una simple versión sobre las hojas tan habituales en patrones de pañuelos.

Empezé montando cuatro puntos (2 + 2 de lados) y haciendo 18 vueltas en punto bobo. Acabando la última vuelta, giré la tira a 90º y recogí los 9 puntos iniciales del borde de la tira, la giré otra vez a 90º y recogí los 2 (+1 de lado) puntos que iban a hacer borde de punto bobo al otro lado del pañuelo. Este método no es mi invención, lo ví en algún patrón y me resultó muy cómoda y bonita.

Después de acabarlo pillé una depresión "post parto" de la que no había ni sospechado. Y ahóra estoy completamente sin inspiración y sin ningún labor que valga la pena...

miércoles, 5 de mayo de 2010

¿Por qué lo hago?

Últimamente suelo de escuchar algunos podcasts. Por desgracia todos son en inglés, en español aún no he encontrado ninguno. Si sabéis de alguno, avisadme por favor. 


Los podcasts son muy distintos, igual que sus creadores. Algunos me gustan más y otros menos, pero esta sin duda es una buena posibilidad de mejorar mi inglés, enterarme de cosas que me interesan y una vez más recordarme a mí misma que el mundo es mucho más grande que Madrid.


En uno de ellos (he buscado y buscado, pero no puedo encontrar en cual exactamente) su autora entrevistaba a distinta gente en alguna feria de artesanía, preguntando por qué hacían lo que hacían, es decir, por qué hacían cosas. Ya hace tiempo yo también había pensado en lo mismo y aquí vienen mis respuestas.


Me gusta mucho mover rápido los dedos. De niña quería aprender a tocar piano y mi abuela estaba de acuerdo dejarme su piano negro con dos candelabros de bronce, pero mi madre dijo que sólo voy a hacer ruido así que me quedé sin piano.


Desde pequeña veía que todas las mujeres de mi familia hacían labores: mi bisabuela cosía vestidos para mis muñecas, las dos abuelas tejían en telar y con agujas, mi madre iba al taller de punto y ganchillo. Creo que desde entonces haciendo jersey o tejiendo calcetines me siento unida con ellas, con sus madres, sus abuelas, bisabuelas, tatarabuelas y todas mis antepasadas que en las largas noches de invierno en la luz de velas hilaban, tejían, bordaban y cosían.


Me gusta el tacto de lana, lino, seda...
Me gusta ver que de un hilo relativamente fino se puede hacer cosas grandes (o pequeñas) y bonitas.
Me gusta regalarlas después.
Me gusta poder hacer algo con mis propias manos (y cabeza, sin duda). Eso me da la serteza que para algunas cosas valgo mucho.


Y tú, ¿por qué lo haces tú?